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Jul 18, 2023

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Un fármaco antiinflamatorio que existe desde hace más de 2000 años podría ayudar a retrasar un problema muy moderno: los reemplazos de cadera y rodilla.

Esa es la sugerencia de un nuevo estudio que encontró que los adultos mayores que usaron el medicamento, llamado colchicina, tenían menos probabilidades de necesitar una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla en los próximos dos años, en comparación con los que recibieron píldoras de placebo.

El estudio, publicado el 30 de mayo en Annals of Internal Medicine, viene con una gran advertencia, anotaron los investigadores: los pacientes formaban parte de un ensayo que probaba la colchicina para prevenir los problemas cardiacos, no los reemplazos de articulaciones.

Por lo tanto, los hallazgos no prueban que el medicamento realmente detuviera la progresión de la osteoartritis de rodilla o cadera. Esa es la forma común de artritis relacionada con la edad en la que el cartílago que amortigua las articulaciones se rompe gradualmente.

Pero los resultados constituyen un "argumento sólido" para estudiar la colchicina como tratamiento para la osteoartritis, dijo la investigadora principal Michelle Heijman, de la Clínica Sint Maartens, en Nijmegen, Países Bajos.

Hasta entonces, dijo, el fármaco no puede recomendarse como tratamiento para la enfermedad de las articulaciones.

En su forma actual, los medicamentos para la osteoartritis ofrecen alivio del dolor, pero no hay ninguno que pueda retrasar la destrucción articular subyacente.

La colchicina es un medicamento oral que se ha recetado durante mucho tiempo para una forma diferente de artritis llamada gota. A veces, los médicos también lo usan para tratar la pericarditis, en la que el saco que rodea el corazón se inflama.

Más recientemente, en 2020, un ensayo clínico encontró que la colchicina beneficia a las personas que habían sufrido recientemente un ataque cardíaco: redujo el riesgo de sufrir más complicaciones cardíacas y accidentes cerebrovasculares en los próximos dos años, en comparación con un placebo.

La colchicina actúa inhibiendo la producción del cuerpo de proteínas inflamatorias particulares, las que han sido implicadas en la progresión de la osteoartritis. Entonces, el equipo de Heijman razonó que los pacientes que recibieron colchicina en el ensayo de 2020 también podrían haber tenido una menor probabilidad de someterse a una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla.

Para averiguarlo, echaron un segundo vistazo a los datos del ensayo.

El estudio involucró a más de 5500 pacientes que tenían 66 años en promedio. La mitad se asignó al azar para tomar una dosis baja de colchicina (0,5 miligramos por día), mientras que la otra mitad recibió un placebo.

El equipo de Heijman encontró que durante más de dos años, el 2,5 % de los pacientes con colchicina se sometieron a una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla, frente al 3,5 % de los pacientes que recibieron placebo.

Una deficiencia de los datos es que no había información sobre si las personas tenían osteoartritis. Pero, dijo Heijman, la gran mayoría de los reemplazos de cadera y rodilla se realizan debido a la osteoartritis grave. Y los investigadores creen que los hallazgos reflejan un efecto de la colchicina en la progresión de la artritis.

Sin embargo, dijo Heijman, este ensayo se centró en pacientes con enfermedades cardíacas, por lo que no se puede usar para cambiar las pautas de tratamiento para la osteoartritis.

"Es por eso que queremos realizar un estudio de seguimiento dirigido específicamente a la osteoartritis", dijo. "Si podemos confirmar que la colchicina funciona, finalmente podemos ofrecer a los pacientes con osteoartritis una terapia segura y eficaz".

La Dra. Linda Russell, reumatóloga del Hospital for Special Surgery de la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo en que la colchicina debe estudiarse más a fondo como tratamiento de la osteoartritis.

Anotó que la colchicina tiene una larga historia de uso y es "relativamente segura y bien tolerada".

De hecho, el uso de la colchicina se remonta a un par de miles de años, cuando los antiguos griegos la empleaban como laxante. En consecuencia, sus efectos secundarios más comunes son gastrointestinales, incluyendo dolor abdominal, náuseas y diarrea.

Al igual que Heijman, Russell dijo que los nuevos hallazgos no son suficientes para probar que la colchicina retrasa los reemplazos de articulaciones. Por un lado, no está claro cuántos pacientes ya tenían planeada la cirugía antes de ingresar al ensayo.

Por ahora, Russell dijo que las personas con osteoartritis pueden hacer algunas cosas para prevenir o retrasar un reemplazo articular: bajar de peso, si es necesario, y fortalecer los músculos que sostienen la articulación afectada.

Esas tácticas, dijo Russell, pueden retrasar la progresión de la enfermedad subyacente y aliviar el dolor crónico, la razón clave por la que las personas optan por la cirugía.

Más información

La Arthritis Foundation tiene más información sobre el tratamiento de la osteoartritis.

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